Por: Ana Monge
Tenía un mes de haber ingresado aquí, a Swiss, cuando me comentaron que siempre hacían un bingo navideño y que habían mucho premios. Pero bueno yo venía entrando, diay no conocía a nadie, pero me quedé en el bingo. Recuerdo que llegué a una de las mesas y le pregunté a Lore Cabezas que si me podía sentar allí con ella y me dijo “claro vieja” -de cariño jaja- “siéntese aquí” y hasta la fecha nos decimos así(viejitas).
Bueno, lo vacilón de esta historia es que en mi casa solo teníamos un tele y somos 4, mi esposo y mis 2 hijos. Entonces eran pleitos porque cada uno quería ver algo diferente, verdad. En eso estaba saliendo eso de la moda de las pantallas y mi esposo quería comprar una pero sinceramente no teníamos los recursos.
El domingo de la semana anterior al bingo, fuimos a Walmart y estaban las benditas pantallas por todo lado, verdad, como era Navidad. Y entonces me dice él, “amor vea que linda esta” y un muchacho del BAC le dijo “si le gusta le damos una tarjeta de crédito y se la lleva a 6 meses sin intereses”. Yo le hacía ojos, de que no hiciera loco porque no podíamos. Ni así, entonces la monto al carrito y ya iba para la caja y le digo “amor usted sabe que no podemos” y me dice “ay, yo la quería” y se devolvió a ponerla en su lugar.
Llegó el día del bingo y entonces repartieron unos numeritos para rifar una de las pantallas al final del bingo. Yo tenía la pantalla al frente y decía “va a ser mía” jaja. Cuando dicen 09 y veo el papelito y decía “yo, yo, yo” bajito y en eso me dice Lore “grite duro vieja” Jaja, me daba pena como era nueva y entonces ella gritó bien duro por mí y ya después yo grité también de la emoción.
No le dije nada a mi esposo. Cuando llegué a la casa lo llamo y le digo “amor baje para que me ayude a subir la pantalla que me pegué” “Ay amor no me vacile”, me decía. Le dije que era en serio, que me pegué la pantalla, le decía grintando.
“Ves amor, gracias a Dios no te enjaranaste aquel día”. Dios conoce los anhelos de nuestros corazones por eso nunca pierdan la esperanza y la confianza en Dios. Aunque sea cosas materiales Dios sabe lo que nos da y cuando nos lo da.